Jamás pensé que me uniera tanto a Tocopilla... gracias a mi Pooh que casi se crió en esas tierras, que vivía sus vacaciones jugando con sus primos, que corría por la casa, llenaban cada espacio con sus risas mientras su abuelita preparaba los mejores almuerzos para sus nietos, preparaba bandejas de huevos para cuando sus regalones llegaran de la playa, cuando inflaban las cámaras para ir a jugar, nadar, correr, en las extensas playas de Tocopilla, toda una vida en esas tierras, sobre todo dentro de las paredes de su casa. Ahora todo es diferente cuando ingresamos a Tocopilla observamos las cientas de mediaguas en la falda de un cerro esperando que lleguen sus moradores.

Vi en la cara de mi Pooh esa expresión de tristeza, de choque con la realidad, mientras más nos adentrábamos en el pueblo más desolador se veía todo; casas aún en el suelo, mediaguas hasta en las plazas, mediaguas en los pasos de peatones, mediaguas frente a las casas caidas, mediaguas en la playa... algo realmente impactante, muchas personas estan establecidas en las mediaguas, otras aún se resisten a abandonar las paredes de toda una vida, pero ya les queda poco, en cualquier momento las van a demoler.
Así llegamos a la casa; un fierro afirmando la fachada, una huincha de "no pasar" una leyenda que decía inhabitable, pero que alguien se había dado el tiempo para borrar el IN y quedó como HABITABLE.
Mi amado pooh rompió en el llanto y abrazó a su madre que como toda Tocopillana, muy valiente y jugada, el día después del terremoto se fue a sus tierras a ver a sus familiares y su legendaria casa, hasta el día de hoy está allá... Luego de enterarnos de los detalles del terremoto, como estaban sus familiares, amigos de infancia, vecinos... tratamos de olvidarnos que la casa estaba casi en el suelo, literalmente hablando.
Ahora solo queda esperar que demuelan la casa y que mi suegra y sus hermanos habiten las mediaguas dadas por el gobierno, creo que este paso va a ser el más duro para todos, por que más que lo material están los recuerdos, que siempre creemos que estarán ahí más vivo con las paredes y lugares de siempre, pero en este caso va a ser un duelo enorme sin paredes ni recuerdos vivientes.
A mi Pooh y su familia les regalo toda la fuerza del mundo, que se apoyen en Dios para aceptar este cambio tan grande.
Te amo mucho.